Condumio de mármol, Trinidad y Tobago


-¿Qué quieres como regalo?- le preguntaba un padre a su hijo.
-No sé - respondía el hijo tímidamente, cruzando los brazos detrás de la espalda y dibujando garabatos con un pie en la arena.
-Ya sé, te voy a regalar un Si señor sin mangas.- le dijo el padre con convicción.
-¿Qué es un Si señor sin mangas?- preguntó el hijo, pues no sabía lo que era.
-Un Si señor sin mangas, los pies pa' andar, la calle pa' correr y los cantos pa' tropezar.

Moraleja: siempre que te pregunten qué quieres como regalo, responde cualquier cosa, por poco que te guste. Siempre será mejor que un Si señor sin mangas.

Yo aún no sé lo que hacer con él.


El Hombre Vida
Un botellazo:
  1. Mi calavera siempre quiso uno. Debí haberle regalado uno cuando tuve oportunidad.