Onírico retrato en buleano

Leo el apunte del Hombre sin Toalla y el diccionario no acoge en sus aproximadas 1700 páginas, una palabra que poder utilizar en esta circunstancia.

Elegiré entonces chorizo.

Mi último viaje ha dirigido mis pasos hacia un lugar, en el que muchos desearian haber estado.
Un lugar donde aprendí lo que muchos hubieran deseado.
Y sobre todo, un lugar donde conseguí lo que muchos desearían quitarme de las manos.

Dicho lugar, me obsequió con multitud de inservibles cosas que oportunamente abandoné en el contenedor mas cercano. No era posible separarlo para reciclar.

Mas lo hice.

Fue mi elección de separarlo todo al libre albedrío lo que conmocionó a la unica tres-persona que había alli.
Si, tres-persona. Un hombre en tres. Tres en un hombre.
Asombrado, se interesó por mis habilidades de reciclado imposible y le enseñé como tenia que hacerlo. A cambio, el-llos prometieron enseñarme algo.
El uno-de-tres-hombre, me enseñó a concentrar mi energia. Como Goku. Pero con el rabo en otro sitio.

El dos-de-tres-hombre, me pintó un retrato. Su destreza con el pincel era tal, que pudo pintar con todo lujo de detalles, mis prácticas con las bolas de energia.
Cuando hubo finalizado, lo enmarcó y me lo regaló.


Como podeis observar, era un gran pintor.

Por último, el tres-de-tres-hombre, me regaló un objeto, codiciado por todos los buscadores de la Playa desde los inicios.

La Sagrada Bandurria Rockera.

Resulta curioso que por casualidades de la vida, en un mismo dia, encuentres un tres-en-una-persona, te enseñe a dominar lo que muchos solo pueden soñar, te regale una obra de arte de la cual formas parte y ademas, te haga poseedor de un instrumento de tal magnitud y poder como lo es la Sagrada Bandurria Rockera.


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