Holocausto Carnival

Mi corazón se regocija con tu advenimiento, Hombre Loable. Que casi coincide con mi liberación del cautiverio.

Por que si amigos buscadores de la playa de salamanca he estado enclaustrado en la madriguera sin tolla. Preparándome para pasar las pruebas del destino que conseguí superar con mano maestra.

Y como tamaña recompensa se me ha concedido un objeto de gran valor: “La Llave de Los Tiempos”. Con este útil en mi poder puedo abrir una puerta hacia otros tiempos otros lugares, otros mundos, como los mundos paralelos, los mundos de materia oscura, o los mundos de Yupi,

Pero por alguna extraña razón ni siquiera con este maravilloso utensilio he sido capaz de encontrar la playa de Salamanca (ni mi toalla) puesto que cada vez que lo intento abro una puerta pensando en la anhelada playa, aparezco siempre en el carnaval de Río de Janeiro, y si intento encontrar mi toalla aparezco en el Vaticano. En este momento os escribo desde un lugar al que solo puedo llamar el Limbo, Por cierto que he visto pasar varias veces ya por aquí al Hombre Loable en sus frecuentes visitas al Inframundo., aquí no hay ni tiempo ni espacio solo paz tranquilidad y toallitas refrescantes.

Y los acontecimientos siguen sucediéndose. Los Flying Hearts,,, puede que me desviara de mi camino. Pero era una pista demasiado interesante como para desatenderla, Hombre sin Nombre. Quizá en sus archivos encontrara alguna reseña para hallar alguna de las bandurrias necesarias.

Los Flaying Hearts, también conocidos como, Los Flaying Earth, eran una asociación secreta de Boi Scouts que trataban de rehabilitar toxicómanos vendiéndoles galletas. Y si eso no funcionaba, intentaban costase lo que costase, hasta llegar al extremo de prostituir a sus propias hermanas.

Por lo tanto esta asociación se hizo fuerte y poderosa, teniendo una gran flota de submarinos azules repartida por todo el mundo desde la cual controlaban a todos los toxicómanos de las ciudades a los que reclutaban una vez rehabilitados, para su ejército privado.

Pero por alguna razón desconocida a mediados del siglo XXI los Flaying Earth, desaparecieron de la faz de la tierra. Unos dicen que fueron aniquilados por la terrible plaga de Wambats del 2012, Otros por la escasez de revistas masculinas, de la década de los noventa del siglo XIV, pero el caso es que desaparecieron sin dejar ni rastro, salvo por unos cuantos documentos y objetos rituales, que se guardaban en el archivo de Indias de Sevilla.





Emblema de los Flayin Earth





Así que, me dirigí al archivo y allí en la sala que tiene dedicada a los Flayin Erths me entreviste con la mayor experta en el tema la joven doctora, Vladmiriova Sodovenka, nacida en Almonte. Era una autentica experta en todo a lo que esta sociedad secreta se refiere. Cuando entre en su despacho estaba regando una frondosa y lozana planta.
















Vladimirova Sodovenka (El nombre de la foto es un pseudonimo)


Cuando reparo en mi me sonrío y me dijo que me esperaba, así que me dirigí a su mesa y me enseño unos viejos manuscritos y unos cuantos legajos.

Y entre aquellos legajos nos vimos unas referencias muy interesantes, sobre su historia, pero sobre todo he encontrado uno muy interesante que reproduzco continuación.


















Después de leer este pergamino lo tuve claro, la Sagrada Cachimba de los Toxicómanos, era la Bandurria de Fuego infernal, reconstituida como cachimba. Que interesante. Entonces le pregunte a Vladimirova si tenia alguna idea d donde podría estar la cachimba. Y ella me contesto que esa información tenía un precio, y era que la ayudase a regar su vegetal, para que no quedase seco y mustio.

Después de ese pequeño favor, nos vestimos y me condijo a una vitrina dentro del archivo de indias donde estaba la cachimba.

Bien había sido encontrada. Pero entonces, detrás de nosotros aparecieron dos mojes fanáticos cofrades de la cofradía de San Remigio del Garrote enmascarados que dispararon contra la cachimba y de una bala perdida mataron a mi benefactora de un disparo en el cuello. Yo conseguí escapar pero era demasiado tarde ya habían destruido la vitrina así que alce mi brazo y agarre la cachimba. Necesitaba salir de allí como fuera pues aquellos monjes estaban dispuestos a todo.

Pero por suerte. La Sagrada cachimba estaba cargada. Así que cuando ellos se acercaron sople, encomendándome a Gaia, y cree una enorme nube de humo alucinógeno.

Fue como si solo mi mente cayera por un enorme agujero cósmico en donde solo había frescor. Deje de oír disparos y en su lugar escuchaba burbujas. Me alce y me vi. a dos Castores de color azul eléctrico con dos pistolas de pompas de jabón. Estaban muy felices, así que me hice amigo de ellos, y usando mi espárrago espaciotemporal los lleve al Monasterio del que ellos venían. Una ves allí me fui echando humo y veía mas castores, ardillas, mapaches, zarigüeyas, nutrias, perrillos de las paraderas, suricatos, cerdos hormigueros, erizos, y demás animalismos felices y alegres, que a medida que yo iba caminando, y llevando mi mensaje psicotrópico, se ponían a cantar, a beber zumo de grosellas, y a comer golosinas de colores, que se daban los unos a los otros, todos jugaban, reían bebían y se abrazaban en armonía y felicidad. Yo me movía feliz a ritmo de música de dibujos animados. Hasta que por fin me dije que era suficiente, y que el alma de Vladimirova, ya había sido vengada.

Así que abrí una ventana y el humo se disipo.

Como yo esperaba, al ver como sus amiguitos se convertían en adorables muchos de peluche de dibujos animados, no podían soportar la horrible visión y debían matarlos sin piedad y comerse sus cadáveres. El espectáculo era dantesco con chorros de sangre, montañas de tripas, sesos entripados y cuerpos despedazados por doquier.

Así que terminada mi venganza, pronuncie las palabras que no deben ser transcritas para que la Bandurria de Fuego Infernal, surgiera de la Cachimba Sagrada. Por ultimo volví a usar la llave de los tiempos, y esta vez me concentre en pensar en la Playa de Salamanca y en mi anhelada toalla.

De nuevo acabe en el vaticano, pero había algo que no debería estar ahí.




















La Bandurria del Fuego Infernal

Se despide El Hombre Sin Toalla.

P. D. Hombre Loable, saluda a Vladimirova en tu próxima incursión al inframundo.


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