Ruta -6-6-6

Estaba realizando una parada de repostaje ya que el caballito de madera se me había quedado sin combustible y tenía que engrasarle la junta de la trócola. Mientras lo dejaba en el taller para la puesta a punto fui a la típica cafetería de carretera.El menú del día consistía en: ensalada de domingueros, atún a la solapa, entrecot de ladrillo y pastel de colillas (bebida y pan incluido). Después de tomarme tan delicioso almuerzo, la madre naturaleza me estaba llamando. Descolgué el móvil y le dije que no me llamara más, que lo de aquella noche fue un error. Acto seguido fui al WC a aliviar la pesada carga que llevaba. En el baño contiguo había un "ser" por llamarlo de alguna manera, aun recordarlo me hace estremecer de ardores. Ese ser tenía una lucha interior y exterior inimaginable. Parecía que estuviera pariendo una caballa (no, no me refiero al caballo hembra, sino al pez), gritaba blasfemias inteligibles, o se ponía a hacer sudokus pintándoles bigotes a los números. Aquel ser era la pura agonía y sufrimiento de cualquier buen cagador que se precie.
Entre algunos balbuceos pude distinguir dos cosas:
...."la comaaaarcaa"...."bolsoooooooon"....

Ah, perdón eso es otra cosa. Realmente pude oír, "plaglia" y "Salamanca". Al oír eso, hice el rápido movimiento de nalgas para descargar mas rápido, cogí el papel de lija y la rotaflex y terminé el trabajo.

Justo antes de abrir la puerta para interrogarle sobre lo que había dicho, escuché como tiró de la cadena. Esperé un momento a que se limpiara y pusiera los pantalones, como que tardaba demasiado saqué de mi mochila la pierna para casos de emergencia y la usé para tirar abajo la puerta. Al abrirse la puerta solo encontré ropa tirada y una cartera. Saqué sus DNI y vi que aquel ser se llamaba "Faustiniano Santo Banano". Entre sus tarjetas de créditos, fotos eróticas de una ardilla y una tarjeta del DIA, encontré un carnet de socio de "Asociación Protectora del Cangrejo Antropófago Real de la Playa de Salamanca" la APCAR. Quedé asombrado que hubiera tenido a mi lado a alguien que ha estado en la playa de Salamanca, por desgracia había desaparecido. Cogí su DNI y carnet de socio, interrogué a todas las personas para sacar algo de información. Mis esfuerzos de interrogación a base de mordiscos y partidas de Mus, tuvieron fruto al cabo de 172800 segundos. Por lo visto este hombre era asiduo de la cafetería y venía cada Miércoles 9. Pero hoy era Cuércoles 15, ¿porqué había cambiado su rutina y había desaparecido de esa manera?.

Al salir y montar en mi fiel caballito de madera, un niño pequeño de 73 años de edad , se me acercó y me susurro al oído "Ya están aquí, no dejen que te atrapen. "LAS MEJORES OFERTAS LAS TIENEN EN SUPERMERCADOS METADONA, UN KILO DE MANITAS DE MONO POR SÓLO 15,35€/KILO". Luego se fue corriendo y un Agapornis se lo llevó volando mientras Felix Rodriguez de la Fuente narraba la situación. "El Agapornis salvaje es el rey de la caza a baja altura de la cordillera Ibérica. Sus afiladas y poderosas garras pueden llevar un peso de hasta 122 kilos, y tiene un afilado pico marca 'Black & Decker' con el que puede triturar un rinoceronte en menos de 6 segundos". Tras ver como se alejaba el ave, una banda de moteros me rodearon sin darme cuenta. Todos llevaban cazadoras de cuero de color rosa con brillantes, y un dibujo de Sonic en la espalda con el nombre "OBAMA". Tenían largas melenas que le salían de las axilas y gafas de color naranjas. El que parecía el líder se me acercó,me señaló con su cetro de princesa y me dijo: "No juegues con fuego".
Acto seguido Fuego se fue llorando porque no le dejaban jugar. También me dijo: "No te entrometas en los asuntos del Jefe, nunca verás la playa de Salamanca!!". Tras esta advertencia y un par de corros de la patata, volví a montar a mi fiel caballito y los perseguí a toda velocidad. Claro está sin pasar el límite de velocidad permitido por esa carretera (300.000km/h).

Los perseguí para conseguir mas información sobre la playa de Salamanca y también para que me hicieran la colada.No hubo suerte, mi caballo se resfrió. Tuve que parar, sacrificarlo con un sacapuntas y pedir otro por envío urgente. Esperé durante 36 días, como es lo normal en envíos urgentes. Al no venir mi nuevo caballo, tuve que seguir el camino a pie, andé tanto que perdí la consciencia al primer minuto y anduve así durante días. Estando inconsciente, llegué a un pueblo muy hospitalario donde me dieron cobijo una amable familia. Dormí casi 8 horas seguidas, un récord para mí, ya que mi media de sueño era 3,16 segundos^2+987.


Desperté a la mañana siguiente descansado y con ganas de poder descubrir los misterios de la playa de Salamanca. Era una mañana de verano, la luna irradiaba un bello resplandor y las estrellas moteaba un cielo oscuro. En ese momento es cuando descubrí que me había equivocado de hemisferio. Recogí el campamento (el saco, la tienda, la hoguera, las hojas y los árboles), los metí como pude y salí del salón de aquella hospitalaria familia que me había dado cobijo. Antes de salir les dejé como pago por la estancia un bote vacío de crema de caracoles y un cuchillo sin hoja.

Crucé la calle y me dirigí hacia el norte-sur-oeste-este. Justo antes de salir del pueblo llegué a un cruce en el que se bifurcaba dos caminos. Como me ha gustado decidir, reduje a cenizas los caminos y empecé a pavimentar a una vieja que había en un banco. No tenía a mi fiel corcél, pero descubriría quienes eran esos moteros, que relación tenían con la playa de Salamanca, quien era su jefe y lo más importante donde compraron esas cazadoras tan monas.

Intentaré twittearos más a menudo compañeros, que hace tiempo que no nos lanzamos improperios ni defecaciones. Sin más el Hombre Ye desde vete a saber donde, desenmascarando los misterios de la playa de Salamanca.



PD: La foto es de la vieja que pavimenté. Balbuceaba algo de "solo"....pero no la entendí.

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