Arcaicas retahilas y munición de cosmos

Largo tiempo ha pasado desde el último contacto con un medio informático a escala mundial.
Los continuos viajes y las interminables búsquedas del mas codiciado de los parajes sigue aun en pie, años después. Difícil de hallar, casi imperceptible al ojo humano, su esencia no se capta, la fauna que allí habita aun no está catalogada, y mi tatarabuelo estuvo allí y me mandó una postal.
Por lo tanto existe.
Como las nubes de plastilina de oricios.
Pienso, investigo, busco, no encuentro, investigo de nuevo, vuelvo a buscar, me encuentro con un hombre botijo y de nuevo no la encuentro.
¿Dónde esta la playa de Salamanca?
Como previamente comenté, hace tiempo otros valientes aventureros y deseosos de conocer la verdad, se unieron a esta, mi causa, en pos de ayudarme a encontrar cuán maravilloso paraíso terrenal.
Derrotados, vencidos por el único paraje que no hemos sido capaces de encontrar, nuestros destinos tomaron distintos caminos. Yo por ejemplo, viajé mas allá del sistema solar, llegando a Alpha Centaury, pues había recibido información de que allí podría encontrarla. Cuan errado estaba. Abatido nuevamente y con una única lata de sardinas al vapor deshidratada como principal fuente de alimento, emprendí mi viaje de regreso a la tierra.
A mi llegada a la tierra, mi segundo planeta natal, una nueva pista procedente de un hombre devorado por la carcoma, me hizo recuperar las esperanzas.
Y una vez mas, emprendo de nuevo la búsqueda de esta legendaria playa.
Buscando la dichosa playa
Seguiré la pista y espero estar en lo cierto esta vez.
Un botellazo:
  1. Un nuevo comienzo. Ja ja.