Presbiterio de luces en trigosmento

Saludos buscadores.

En esta entrega hago acopio de mi dilatado ano para relataros el suceso que aconteciome en vano. Pero antes, quiero mandar un saludo a mi madre (la Señora Vida), a mi abuela (la Señora Mayor Vida) y a Tinta de Perro (el Desazonado).

Tras la pérdida de mi ancestral amigo y corcel Emerincio, me sumergí en un mar de lágrimas, en un mar que había creado yo mismo con mis propias lágrimas. Lo llame el mar del blues gemelo. Blues porque sonaba bien, le daba carácter y gemelo por el color, azul. Bien, pues una vez puesto el nombre y como bien dije previamente, me sumergí y descubrí un paisaje que alivió mi pena. Aquella noria con millones de luces y que ardía por el impacto de un tiburón sarcófago me sacó una sonrisa.

A medida que me adentraba en el mar, iba descubriendo nuevas cosas que me hacían olvidarme por completo de... Bueno no se de quien cojones me tenía que olvidar, la cuestión es que aquel mundo me hacia sentir mas vivo.

Pero la guinda del tanque de vapor se la lleva sin duda mi encuentro con un ser al que admiro sobremanera, del que tengo todos sus libros, varios posters colgados en la pared de alguna de mis viviendas y una foto suya en mi cartera: ni mas ni menos que Leviathan, o Leviatán como lo llaman los griegos, pero esa gente no sabe ni escribir. Yo prefiero llamarlo por su nombre completo: Jose Antonio Leviathan.

El encuentro en cuestión me dejó perplejo, me sentí como la adolescente que nunca fui y le pedí que me firmara el que para mi, es su obra maestra: ¿Soy tan grande como parezco?
Con toda la amabilidad que le caracteriza, me firmó el ejemplar con una dedicatoria que ablandó mi corazón como se ablandan las cotas de malla cuando te pees sobre ellas.

A mi querido amigo y mentor, que me ha enseñado a escribir en lenguaje humano y tartamudo y a zorrar palabras levemente y al que debo que me sacara de sus adentros y me dejara vivir en este mar. Algún día, te llevare a la Playa de Salamanca.


Y esto es todo de momento queridos buscadores, voy a ver como consigo salir a la superficie, porque tengo ya la piel como un garbanzo. Hasta que la noche sea tarde porque el día quiera que el calor del sol lunar interponga el equinoccio al virar la aurora.

El Hombre Vida
3 botellazos:
  1. Termoplástico. Simplemente termoplástico. Mis papilas depilatorias han segregado petroleo a raudales al conocer la existencia feliz y limpia del famoso Leviatán. Solo espero que la ingesta masiva de mejillones en su tinta sea suficiente para acabar con la infección de crustáceos estrábicos que asolaban las costas de punta castañas.
    Continua con tus aventuras Hombre Vida.


  2. Hombre Robot Says:

    Leí el primer borrador de ese libro cuando solo era un procesador de textos y conforme lo iba escribiendo José Antonio. Me gustó más que la versión final porque tuvo que resumir muchas cosas.
    Ánimo, Hombre Vida.


  3. Hombre Vida, tiene usted una forma de narrar los acontecimientos que me produce dolor de cabeza. Yo también tengo ese libro y en estos momentos siento una envidia considerable... Intente no cruzarse en mi camino.
    Un navajazo por la espalda.