Stop flagellating my bike!

El retrato de Efraín me trae viejos recuerdos, como aquella vez que me puse muy moreno y con un bronceado espectacular sin ver la luz del sol durante veinte días en los que estuve recluido en la prisión por haber robado la virginidad a una anciana de 175 años.
Un tenedor sin nombre, un sujeto sin predicado, acrílicas masa de nubes afamaban mi loable futuro, y entonces metí mi gorra en la lavadora y cuando terminó el centrifugado, salió una cafetera. Qué bien —pensé— ya tengo con qué cortarme las uñas —dije mientras mesaba mi larga y cana barba— mas algo me falta para truncar el abismo. Y esbocé en mi faz un artilugio con aspas, con el cual pude hasta poseer aspas, maldigo la hora en la que ardí en las ¡ascuas del infierno!
Escapé del averno sobornando a Caronte con el olor de mis pies. Pero entonces de nuevo en el mundo de los vivos, olvidé traerme a Cleopatra, la gran cronista. Por suerte, tenía una muestra de ADN. La cloné pero salió una mujer rubia y delgada cantando: ¡Tsamina mina eh, eh! ¡Waka waka! Era ADN auténtico de Cleopatra, ¿por qué me salió eso?

Conversaciones etílicas.

La respuesta —como casi todo en esta vida— se hallaba en el escupitajo de un calamar. Observelo detenidamente sin encontrar respuesta. ¿Estaba tal vez equivocado? Imposible. Pues un señor con un hurón como bisoñé nunca yerra.
Tanto es así como que un mono sueña, tal vez mi apariencia antojose oportuna pues no refrigera sin lugar a dudas, dudas, duda que carcome tu mente como los perforadores del alcornoque que lechuzas dan vida a los árboles que alimentan el espíritu y las alpargatas.
A la postre, diseccioné a un caracol y todo pareció arreglarse solo. Mis problemas se alejaban como si de nubes un día de verano se tratasen. Mantuve la respiración, reflexioné y pude dilucidar que todo era fruto de aquel brillante entresijo.
Acordeme de mi madre y fui a comprar el fino.

PD: Filete sin carne de cuadrúpedo sin piernas a 2’30€.

Fdo. La toalla que perdió la vida y el nombre.
3 botellazos:
  1. Abracadabrante sencillamente abracadabrante.
    Este tipo de cosas son las que transforman tu vida como cuando vas andando y atropellas un camion cisterna, lo dejas tetraplecico, y al final se acaba suicidando pues no puede aguantar el sufrimiento.


  2. Hombre Vida Says:

    ¡Alabado el jinete y alabada la montura!
    Al igual que el Hombre sin Toalla, textos repletos de información infame hacen que el pedregoso camino de la vida, antójese un campo de nubes blandas con olor a refrigerio, alcohol y un par de hielos.


  3. Sigo buscando la oferta del final para abastecerme, pero se ve que tiene mucha demanda y está siempre agotada. Maldición.